SELVA DE IRATI, RONCESVALLES Y SAINT JEAN PIET DE PORT

15 de agosto de 2010

Antes de irme de Navarra quiero ver algunos de los enclaves más interesantes de esta Comunidad, y siempre había querido vitar la Selva de Irati. La selva de Irati es el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa después de la Selva Negra en Alemania. Con más de 17.000 hectáreas, que se extienden en el Pirineo Navarro, en la cabecera de los valles de Aezkoa y Salazar. (http://www.irati.org/index.htm)

Quizá la época del año mejor para visitar un hayedo como Irati sea el otoño, por los tonos multicolor de sus hojas, pero en realidad los hayedos son bosques hermosísimos, que tienen encanto en las cuatro estaciones. Volveré cuando pueda en otoño, pero de momento aprovecharé para una toma de contacto estival.

Salgo de San Adrián a la 9:00 am con dirección Pamplona. Cojo la A-15 y en las inmediaciones de la capital Navarra tomo la salida 83A, dirección Huarte, Noain, PA-30 (esta es una carretera que circunvala Pamplona). En Huarte cojo la N-135. Sigo esta carretera nacional hasta pasar Aurizberri. Poco después cogemos a la derecha la carretera NA-140 con dirección a Orbaitzeta y la Selva de Irati. La carretera tiene un entorno precioso de pastizales y hayedos, y los pueblos son muy singulares: típicas construcciones vascas, con paredes blancas y ventanas y aleros de madera, pintados principalmente de color rojo; las puertas suelen estar enmarcadas en arcos de piedra. En Aribe, tomamos la carretera NA-2030 (nuevamente se indica dirección O Orbaitzeta y la Selva de Irati). Paso Orbaitzeta de largo (ya volveré luego a visitar el pueblo) y sigo por la carretera hasta encontrar de nuevo indicación a la derecha hacia La Selva de Irati y el embalse de Irabía (de frente se va hacia la fábrica de armas, a donde iré más tarde).

Se trata de una pista forestal asfaltada. Si visitáis la selva de Irati, id disfrutando de este camino, porque es ya una muestra muy hermosa del paisaje de Irati, con Hayas centenarias a ambos lados del camino.

Un poco antes de llegar al embalse, a la derecha, hay un recinto rodeado por una valla de madera reservado para realizar acampada. Es un lugar precioso para pasar la noche (pienso volver!).

A unos 100 metros, hay una cadena atravesando el camino y una caseta en la que se compran tickets para poder avanzar. Son 3 euros, y se supone que el motivo es colaborar en la conservación del bosque. Merece la pena pagar los 3 euros para poder meter el coche, porque todavía quedan unos 8 km de pista asfaltada para llegar al dique del embalse.

El paseo en coche sigue siendo precioso. Merece la pena ir despacito. Por eso, y porque hay vacas, caballos,…En conjunto: un paisaje muy bucólico, la verdad….

Al final, la pista se divide en dos: cada ramal va a un parking. Como mi intención es hacer el sendero 63C que da la vuelta al Embalse de Irabía y he leído que se recomienda hacer en sentido anti horario (no sé muy bien por qué, la verdad), me dirijo al parking de la derecha. Es un sendero de 10 km con sólo 100 m de desnivel acumulado (con mi rodilla hecha un cisco, no puedo aspirar a mucho más, y esto dopada de Ibuprofeno y armada de rodillera…).

Son las 11.00h. Los dos trozos de pizza, el pedazo de tarta de cuajada y chocolate blanco y el café con leche que desayuné a las 8 de la mañana los tengo en los pies. Antes de empezar a caminar almuerzo un “bollu preñau” y chocolate negro (todo muy light!). Empiezo la ruta. Son las 11.20h y hay 12ºC (no parece agosto…. pero se está muy a gusto, hay nubes en el cielo, pero se cuelan rayos de sol). Me dirijo al dique del embalse, lo cruzo y sigo las flechas queseñalan el camino 63C.

Este camino recorre el contorno del embalse a unos 10-15m de altura respecto al nivel del agua. En esta fase inicial, el sendero discurre por un camino estrecho, aunque en muy buen estado, bajo un hermosísimo bosque de hayas salpicado de tejos y espinos albares. El sotobosque está constituido principalmente por helechos y algunas zarzas. Sale el sol!

Respecto a la fauna silvestre, además de escuchar una infinidad de aves (lo de identificarlas por el canto es algo que no domino todavía….) y ver algunos patos, lo que aparece por doquier son babosas de ración…enormes!)

Arriba: babosa “de ración”, hojas de tejo, espino albar

A pesar de que el camino no es muy ancho, es apto para hacerlo en bici. De hecho, casi toda la gente con la que me cruzo va en bici.

Como el bosque es muy denso, no se divisa bien el lago. Merece la pena bajar en algún momento hasta la orilla para contemplar una estampa maravillosa: el lago Irabía es un lago de aguas verde-azuladas, especialmente cuando le da el sol, y el reflejo del bosque de hayas en la superficie del agua compone una imagen digna de contemplar durante un buen rato.

Tras una hora caminando (con calma, me he sentado 10 minutos en la orilla del lago y me he parado a hacer mil fotos), se llega a un puente. Se cruza y el camino sigue hacia la derecha hasta que es atravesado unos 100 metros más adelante por una pista forestal de grava. Cogemos la pista a la izquierda, para seguir bordeando el lago. Atravesamos una zona en la que hay multitud de tejos impresionantemente grandes, no se calcular cuántos años tendrían, pero son muy, muy viejos. Aprovecho para hacer un poco de arboterapia de tejo, haya y abeto….cualquiera que me vea abrazando árboles pensará que estoy chiflada….y, bueno, no irá muy mal encaminado….ja, ja.

Arriba: hayaterapia y bosquecillo de abetos

También atravieso una mancha de abetos enormes y poco después: una piara de cerdos! Sí, sí, andan por ahí sueltos y solos….no tienen cara de buenos amigos, la verdad, pero tampoco se quejan mucho. Por esta zona, por el hayedo, a la orilla de la pista, me encuentro diversos grupos de personas recogiendo setas (creo que son Boletus). Me encantaría ponerme a buscar setas, pero hoy he planificado ver muchas cosas y no tengo tiempo…..además, no tengo cesta. Es algo que no me ha hecho mucha gracia, la mayoría de la gente iba con bolsa en vez de con cesta! Así no dispersamos esporas!! Sigo mi camino, y ¡algunas zarzas tienen moras negras! Me parece muy pronto….pero están ricas.

Llego junto al coche a las 14.20 con 16ºC. He tardado 3 horas con paradas. Es una rutilla muy sencilla, sin apenas desnivel, pero muy interesante como muestra del paisaje y la vegetación de Irati. A comer un poquillo de cous-cous.

Salgo de la pista y al llegar a la carretera retrocedo hasta Orbaitzeta, necesito cafeína y coger cobertura de móvil para dar señales de vida. Tras el café, en la taberna que hay junto a la Iglesia, un paseíto por el pueblo. Ha salido el sol y se respira un ambiente muy tranquilo. La arquitectura está en la línea de los pueblos de la zona, y me encuentro con algunos hórreos (no sabía que por esta zona hubiera este tipo de construcciones, pensaba que eran de la zona astur/cántabro/leonesa…pero después me he enterado de que en la época romana se levantaban por toda la zona mediterránea: http://www.orbaizeta.com/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=21&Itemid=54). El paisaje: inmejorable…

Vuelvo al coche y cojo de nuevo la misma carretera y esta vez, en lugar de desviarme hacia el embalse de Irabía, sigo hasta la Real Fábrica de Armas y Municiones de Orbaitzeta. Merece la pena acercase hasta las ruinas de esta fábrica de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, declarada en 2007 Bien de Interés Cultural por ser joya de la arquitectura del siglo XIX y fundamental para el estudio de la historia y arqueología industrial (más información: http://www.orbaizeta.com/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=22&Itemid=53). Muy cerca de aquí pasa la ruta transpirenaica (GR 11) y otros muchos caminos de pequeño recorrido. Me hubiera gustado especialmente hacer la ruta de los Dólmenes pirenaicos, pero tiene bastante desnivel y me entra la vena responsable con mi rodilla (hace 15 días el traumatólogo me ha dicho que haga reposo unos meses y el fin de semana pasado estuve haciendo barrancos por Picos de Europa y este con la rutilla de Irati… ya va a ser suficiente…)

Vuelvo sobre mis pasos (bueno, sobre mis rodaduras), hasta la N-135. Ahora me dirijo a Roncesvalles (Orreaga en euskera), lugar en el que comienza El Camino de Santiago Francés en España. Llego a las 16.30 h. Roncesvalles es un lugar pequeño, compuesto principalmente por edificios religiosos: la capilla del espíritu Santo, la capilla de Santiago (que está cerrada al público, pero a la que pude echar un ojillo porque estaba entrando un grupo con un guía: es muy pequeñita, y tiene una imagen del Santo)y la Colegita. Merece mucho la pena visitar el interior de la iglesia de Santa María: es de estilo gótico, pero muy sobrio, sin retablos y tiene enormes y preciosas vidrieras. También es bonito el edificio de la Posada de Peregrinos.

Actualmente, se tiende a comenzar el Camino Francés del camino de Santiago en la localidad francesa de Saint-Jean-Pied-de-Port. Decido acercarme a visitarla. Cuando llego allí, me encuentro con que son fiestas y hay una especie de feria de artesanía. Está todo abarrotado, hay un montón de aparcamientos privados, pero están todos abarrotados, tengo que dejar el coche un poquico mal aparcado (ahí arriesgándome a una multa francesa….). Son las 17.30h y hay 21ºC. El pueblo está lleno de gente y hay charangas por todos lados. Es precioso! tiene un recinto amurallado con puertas de arcos de estilo medieval. Las casas son de estilo muy vasco, todas blancas y con la carpintería de colores variados. El suelo de las calles está adoquinado. Por medio del pueblo pasa el canal de un río, atravesado por puentes de piedra. La calle está llena de gente, y van vestidos de blanco con pañuelo rojo, también muy de Euskady. Hay charangas por todos lados y se respira un ambiente muy alegre. Junto a una de las puertas de la muralla hay unas escaleras que llevan a la parte alta de la construcción, subo (mi rodilla, a pesar de la rodillera, amenaza con ponerse en huelga de doblez). Desde la parte alta de la muralla se puede observar con perspectiva el casco urbano de Saint-Jean-Pied-de-Port, así como unas hermosas vistas de los Pirineos en la parte exterior. Camino por la muralla y bajo por la escalera junto a la puerta de Navarra. Salgo para dirigirme hacia el coche, pero antes paso por una charcutería artesanal muy pequeñita para comprar paté de campaña francés y pate vasco.

Ha habido suerte, no hay multa. Cojo el coche y de regreso. Por el camino a Pamplona, paso por multitud de pueblos incluidos en el camino de Santiago que son preciosos: Valcarlos, Auritz, Espinal,…Creo que las primeras etapas del Camino francés (hasta Pamplona o hasta Estella, deben ser preciosas). Tengo que volver a hacerlas….